JESÚS RECIBE LA NOTICIA DE LA MUERTE DE SU PADRE. ESCRIBE UNA CARTA A SU MADRE. LA CARTA, LA ENVÍA POR MANO DE UN COMERCIANTE.

JESÚS RECIBE LA NOTICIA DE LA MUERTE DE SU PADRE. ESCRIBE UNA CARTA A SU MADRE. LA CARTA, LA ENVÍA POR MANO DE UN COMERCIANTE.

Un día, mientras Jesús estaba a orillas del Ganges ocupado en su trabajo, una caravana que venía del oeste se detuvo cerca.
Y uno, aproximándose a Jesús le dijo: “Venimos a ti de tu tierra nativa y traemos ingratas noticias.
Tu padre ya no está en este mundo. Tu madre sufre y nadie puede confortarla. Ella averigua si estás todavía vivo o no; añora verte una vez más.
Y Jesús dobló la cabeza en pensamiento silente; y entonces escribió. De lo que escribió, este es el resumen:
Madre mía, la mas noble de las mujeres. Un hombre que ha venido de mi tierra nativa me ha traído la noticia de que mi padre no está ya más en la carne, de que tú sufres y de que estás desconsolada.
Madre mía, todo está bien. Está bien con mi padre y está bien contigo.
Su trabajo en el plano de la tierra ha terminado y ha sido noblemente hecho.
En todas las vías de la vida los hombres no pueden acusarle de farsa, de falta de honradez, de propósito erróneo.
Aquí, en este plano ha concluido muchas grandes tareas, y se ha ido de aquí preparado para solucionar los problemas del plano del alma.
Nuestro padre Dios está con él ahora, como estuvo con él aquí; y allí su ángel guarda sus pasos para que no yerre.
¿Por que has de llorar? Las lágrimas no pueden conquistar el sufrimiento. No hay poder en el luto para rehacer un corazón despedazado.
El plano del sufrimiento es ocioso. El alma ocupada nunca puede sufrir; no tiene tiempo para sufrir.
Cuando el sufrimiento viene en tropel al corazón, simplemente olvidémonos de nosotros mismos; sumerjámonos profundamente en alguna obra de amor, y el sufrimiento desaparece.
La tuya es obra de amor. El mundo todo tiene hambre de amor.
Deja, pues, que el pasado se vaya con el pasado; elévate por encima de las preocupaciones de las cosas carnales, y da tu vida a los vivos.
Si pierdes tu vida sirviendo a la vida, seguramente la encontrarás en el sol de la mañana, en el rocío de la noche, en el canto de las aves, en las flores, en las estrellas del cielo.
En un poquito de tiempo tus problemas del plano de la tierra estarán solucionados; y cuando tus sumas estén hechas, será un placer inerranable para ti entrar en planos más amplios de servicio y solucionar los problemas más grandes del alma.
Trata pues de estar contenta y un día iré a ti y te traeré regalos más ricos que el oro y las piedras preciosas.
Estoy seguro de que Juan te cuidará, proveyendo todas tus necesidades; y yo estoy contigo en todos tus caminos, Jehoshua. (Jesús)
Y por mano de un comerciante que iba a Jerusalén mandó esta carta.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)
Que Dios te bendiga.
Un abrazo
Tu Amigo: Carlos Félix.